Es importante recordar que, ante cualquier enfermedad de tu hijo, deberás acudir a un profesional y no automedicarle nunca. Será el especialista homeópata el que decidirá el tratamiento más adecuado. No obstante, también es cierto que puedes tener en casa un pequeño botiquín homeopático que te ayudará en determinados casos:
• ARNICA: Es muy eficaz en el caso de golpes y traumatismos tras una caída o un accidente doméstico.
• CALÉNDULA (tintura madre): Es el equivalente al alcohol en homeopatía. Muy útil en caso de heridas. La caléndula en pomada también se recomienda para el culito del bebé o cuando la piel está irritada o enrojecida por el sol.
• BELLADONA o ACONITUM: Muy recomendados para los casos de fiebre infantil aguda; y para la fiebre intensa en los episodios de dentición es muy efectivo usar la solución oral homeopática de los laboratorios Heel llamada "VIBURCOL". Y para el aumento de las defensas inmunitarias y como coadyuvante en cualquier tratamiento de las infecciones agudas y en casos de elevada susceptibilidad infecciosa, es muy útil el remedio homeópatico "MUNOSTIM" de los laboratorios DHU, tanto a nivel de tratamiento como preventivo.
• CHAMOMILLA: Muy eficaz para casos de dolor, agitación, insomnio y nerviosismo.
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